
SOMBRAS DE DIOS (1) Verónica de Nebrija
Mi Señor, mi amantísima Virgen, mi querida y admirada Beatriz, cuánto os agradezco la dicha de permitirme revelar estas memorias, ...

SOMBRAS DE DIOS (2) Testamento
A esa hora de la mañana, había mucho revuelo en el convento. Las carreras por los tranquilos y a menudo ...

SOMBRAS DE DIOS (3) Regreso a palacio
Aquella tarde otoñal, Verónica de Nebrija, una joven de tan solo dieciséis años, se hallaba nerviosa. No hacía más que ...

SOMBRAS DE DIOS (4) La noticia inesperada
—Veréis, padre, no sé ni cómo expresarme, pero hay noticias en la existencia cuyo conocimiento no puede ni debe demorarse ...

SOMBRAS DE DIOS (5) «Solicito vuestro perdón»
—¿Boda? —exclamó con sorpresa y en un gesto de desagrado Verónica —. No, padre. No es mi voluntad casarme a ...

SOMBRAS DE DIOS (6) Clemencia o mano firme
—No os lo diré—afirmó con seguridad la joven—; y bien sabe Dios que lo hago para que no descarguéis la ...

SOMBRAS DE DIOS (7) Control o caos
—Decidme, padre, os escucho —comentó la joven mientras que se incorporaba del suelo y se acercaba a la figura de ...

SOMBRAS DE DIOS (8) Ingreso en el convento
Seguidamente y con cara de pocos amigos, debido al conflicto que le había planteado su joven hija, el conde se ...

SOMBRAS DE DIOS (9) La madre Juana
—Buenos días, doña Verónica —saludó la desconocida mientras que inclinaba su cuerpo ligeramente ante la muchacha—. Soy la madre Juana, ...

SOMBRAS DE DIOS (10) Primas en el convento
—Pero… ¡si aquí todas vestimos igual! —expresó Verónica mientras se tentaba las ropas—. Bueno, no pasa nada, ya veo que ...

SOMBRAS DE DIOS (11) El sufrimiento de Verónica
—No me quejo —admitió Verónica con una sonrisa—. Ahora parece que estoy un poco mejor. Al principio de ingresar aquí, ...

SOMBRAS DE DIOS (12) El final del embarazo
—Esa posibilidad jamás se habría producido, Ana. Mi padre no lo hubiese permitido, salvo que el joven fuese el futuro ...

SOMBRAS DE DIOS (13) Encomiéndate a Beatriz de Silva
—Lo entiendo, querida. A veces, las órdenes de los mayores son difíciles de aceptar, pero antes de desesperar, medita y ...

SOMBRAS DE DIOS (14) La inesperada visita
La joven, a pesar de su avanzado estado de gestación, no correteaba, sino que casi volaba por los pasillos y ...

SOMBRAS DE DIOS (15) «No metas a Dios en este asunto»
—Verónica, he pedido que trajesen a esta habitación una camilla para cumplir con mi función —comentó Alejandro Mendoza—. Por favor, ...