2

Aquella fría mañana, el vehículo conducido por Damián se detuvo frente a los juzgados. De él se bajaron el marqués de Salazar y su abogado, que con premura se dirigieron hacia la entrada. —Ya sabes, Damián, no te alejes mucho por si acaso —ordenó don Alfonso—. Verás, no tengo ni […]

2

—¿Acaso me estás hablando de tu hijo? Tiene su propio bufete y una reputación de prestigio. —Ya, aun así, he preferido dejarle al margen —respondió con rapidez el marqués—. Creo que no hubiera sido una buena idea involucrarle en este asunto. Los hijos no deben pagar por las actuaciones de […]

2

—Pero, ¡qué exagerado que te has puesto, Alfonso! Venga, si tú eres una persona muy activa. Además, yo voy detrás de ti. ¿No ves que solo nos llevamos un año y pico de edad? Que me voy a los cincuenta y nueve en unos meses, amigo. —De acuerdo, pero hay […]

—Que así sea, Alfonso. Tú eres noble, y no me refiero solo a la cuna, sino a lo más importante, que es el corazón. Una persona así jamás debería tener miedo, porque ha cumplido con sus promesas de vida y ha satisfecho sus deberes. Contemplándolo desde esa perspectiva, alguien que […]

Minutos después, Rosario llamaba a la puerta del despacho del marqués… —¿Me estabas buscando, padrino? ¡Uy, vaya cara! ¿Ocurre algo malo? Me ha dicho que viniera doña Concha y ella tampoco tenía muy buena expresión. Parece que esto de los motoristas entregando cartas a domicilio no es muy buena idea. […]

—Mira, Juan, tú no tienes que hacer nada raro, solo certificar una carta en una oficina de Correos. Sin embargo y por motivos que no te afectan, es necesario que te desplaces hasta Sevilla. Son algo más de doscientos kilómetros de distancia, pero ha de ser de este modo. Tú […]

—Debes creer en mí, aunque me cueste trabajo explicarte ciertas cosas, Alicia. Supongo que tú no notas nada. —¿Yo? Gracias a Dios, nada en absoluto. —Pues entonces, me alegro por ti —dijo la jovencita mientras que depositaba su mano sobre el hombro izquierdo de la otra mujer—. En mi caso, […]