—¿Personaje? No, no —repitió Martín con seguridad—. Esto no es una obra de teatro. Ni él es un actor ni yo soy su compañero de reparto. Mire, le hablo de un tío de mi misma estatura y peso. Ciento setenta y cinco centímetros de altura y unos setenta kilos. ¿Quiere […]

—Estoy contento por disponer de un cuarto para mí —comentó Martín con gratitud—. Durante mucho tiempo, dormí en una brigada con otros compañeros. Por lo menos, tendré intimidad. —Sí, pensé que te alegrarías. De todas formas, si en cualquier momento te notas agobiado, pues me lo dices y actuamos. Cuentas […]

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—Todo el tiempo, yo les contaba a los médicos lo que me pasaba… y me ignoraban. O no entendían o, peor aún, no querían entender. —Es que lo que tú afirmas puede tener muchas interpretaciones. —¿Cómo? —preguntó irritado el joven—. Solo existe una conclusión. Por simple lógica, ¿alguien va a […]

—En absoluto, Martín —afirmó Sergio con una sonrisa—. Si para ti, la presencia de ese tal Nicasio es real, para mí lo es también. Mi deber es meterme en tu cabeza, compartir lo que te pasa. En caso contrario, me resultará imposible conocerte, saber cómo eres y tu historia. Por […]

A continuación, Martín miró hacia su derecha y su izquierda para comprobar que no había nadie más por allí cerca. Una vez que se aseguró de que ninguna persona le quitaría su cojín, se levantó de un impulso y le ofreció la mano al psicólogo. —Me llamo Martín San Blas, […]

—Por supuesto. El hecho de que haya mejorado algo últimamente no implica que se le pueda dar de alta ni que vaya a dejar su tratamiento. Ildefonso tendrá que ajustar la dosis según cómo evolucione, pero, no sé por qué, me da la impresión de que este chico estará mejor […]

Con la luz artificial que existía en el subterráneo de la estación, no supo qué tiempo transcurrió. Por sorpresa, Eva notó una leve caricia en sus cabellos. Cuando asustada, abrió sus ojos, contempló con nitidez la leve figura de su madre que le estaba tocando con suavidad la cabeza para […]

Una vez que aquel señor se marchó de «Le Paradis», Giselle prefirió esperar a la finalización de los servicios de la jornada para hablar con Eva. Llegado el momento… —¿Eh? Encima durmiendo. Pero… ¡qué descaro, mon Dieu! Venga, arriba. ¿Qué pretendías, chiquilla? ¿Acaso dormir como un angelito después de tu […]

—Me resulta imposible olvidar su dadivosidad para con esta casa, don Antonio —añadió la Madame mientras que se inclinaba ligeramente ante el caballero—. Es que usted tiene categoría preferente desde que nos visitó por primera vez. Aguarde un poco que ahora mismo vuelvo. Un minuto después, Giselle llamaba con prisa […]