—Pero ¿te has vuelto loco o simplemente estás delirando? ¿No tienes cosas más importantes que hacer? Óyeme, viejo chiflado, parece que te hubieras obsesionado conmigo. —A decir verdad, creo que el obsesionado eres tú. —¿Cómo? ¿Vienes a mi casa, a mi templo más sagrado, te cuelas por aquí […]