¡Tic-tic… tic-tic… tic-tic… tic-tic, tic-tic, tic-tic… tic, tic, tic, tic, tic! ¿Eh? ¿Cómo? Ah, sí, por fin sonó la alarma del reloj. Ya iba siendo hora, caramba, que me estaba aburriendo de tanta espera. Son las ocho en punto de la mañana. Por fin este desgraciado se despertará y podré […]
